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La deuda de la Sareb de De Guindos nos explota en la cara

Por Yago Álvarez Barba. Publicado en elsaltodiario.es

Ya está. Europa dijo basta a los truquitos contables de De Guindos y el Partido Popular. Lo de “esto no es un banco público” ya no cuela. Ayer el Eurostat incluyó la deuda del Banco Malo en la deuda pública española. De golpe y porrazo debemos otros 35.000 millones de euros que se suman a nuestra deuda pública. Pasamos del 117% al 120% del PIB. Bueno, de golpe no ha sido. Esto se veía venir y muchos lo hemos denunciado repetidas veces.

Por poner en situación, la SAREB fue creada para poder comprar activos inmobiliarios a los bancos y limpiar sus balances a los ojos de Europa, de las auditorías contables y de los inversionistas/accionistas. Tenían que mostrar que eran entidades saludables y qué mejor manera que socializar las pérdidas una vez más. El truco de trilero inventado por el actual vicepresidente del BCE fue el de crear una empresa donde lo público pusiera gran parte del dinero, pero que no fuera contabilizado como público. Intentó engañar a Europa y nos intentó engañar a las y los españoles. Al final, Europa ha dicho basta y, en medio de una nueva crisis y con la deuda pública en máximos históricos, nos meten de una tacada una deuda mayor que los fondos europeos para la reconstrucción que vamos a recibir este año. 

Si ya hemos devuelto 15.000 millones y nos han cargado otros 35.000 más en nuestra deuda, y el 55% es responsabilidad de los bancos privados, ¿por qué no lo pagan ellos?

¿De dónde viene el agujero?

La trampa consiste en que para que una empresa sea considerada pública, más de la mitad de su capital tiene que ser público. Si no lo es, no tiene que aparecer en las cuentas públicas, sus deudas no tienen que considerarse públicas y sus pérdidas no son contabilizadas como déficits del Estado. Todo perfecto en unos años en los que los hombres de negro no apartaban la vista de España y el sacrosanto déficit era más importante que la sanidad o las miles de familias desahuciadas.

El truco de trilero de De Guindos fue “convencer” a unos cuantos bancos de que estos pusieran el 55% del capital inicial. De ese modo, los agujeros del Banco Malo no contabilizaban como públicos a los ojos del Protocolo de Déficit Excesivo europeo, o sea, los agujeros públicos no se consideraban públicos y Mariano Rajoy podía maquillar sus cuentas ante Bruselas. El “convencer” lo entrecomillo porque convencer a unos bancos de que pongan la mitad del dinero para luego autocomprarse su propia basura financiera e inmobiliaria no creo que le costara mucho al entonces ministro de Economía del Partido Popular.

Pero el truco no acaba ahí. Los 4.800 millones de capital que se pusieron (1.200 millones de capital y 3.600 de deuda subordinada), de los cuales el 45% lo pusieron las arcas públicas y el 55% las privadas, para acometer la compra de todos los activos tóxicos de los bancos no eran suficientes. Fue en ese momento cuando la SAREB emitió 50.781 millones de euros en bonos, 20 veces más de lo que habían puesto los bancos privados. Pero para ese préstamo, aquel porcentaje del capital inicial en el que lo público era minoritario parece que se le olvidó al señor de Guindos y fue el Estado quien avaló completamente esos bonos. Si la SAREB quiebra y no puede devolver esas deudas, los bancos que han puesto el 55% del capital no tienen ningún tipo de responsabilidad. La banca siempre gana… sobre todo con el Partido Popular.

Con esas deudas a nuestras espaldas, la SAREB ya contaba con casi 55.000 millones de euros. Los 4.800 iniciales volaron con los gastos y con un SWAP, un derivado financiero en el que dos partes acuerdan intercambiar los beneficios futuros de dos productos. Los otros 50.000 es lo que nos hemos gastado en comprar toda esa basura inmobiliaria, suelo y créditos de dudoso cobro que los bancos tenían. Pero los bancos privados, que controlaban más de la mitad, solo han puesto unos 2.500. Solo “perderán” 2.500 millones tras limpiarse sus balances e ingresar los 50.000 millones. Otro rescate más.

Los bancos no van a querer pagar la factura, y el Estado no va a molestar a los bancos y fondos, como ya hemos visto recientemente

Pérdidas que son déficit

Y el agujero no finaliza ahí. Las pérdidas de la SAREB, que se llevan acumulando año tras año porque el Banco Malo nunca ha dado beneficios, han llegado hasta los 7.000 millones. Cifra que ahora Europa obliga a España a considerar como un déficit público. Los desmanes de los banqueros que han controlado el Banco Malo, las ventas de bloques enteros de edificios a fondos buitre a precios de ganga, el gran negocio de especulación del alquiler que han hecho las SOCIMI con el parque de viviendas que han comprado —SOCIMI que en muchas ocasiones están participadas por los mismos bancos que se libraron de esos activos vendiéndolos a la SAREB—… Todo ello, de un solo golpe, nos lo acabamos de comer en forma de déficit y deuda pública. Cuando los hombres de negro vuelvan a reclamar recortes para cuadrar nuestras cuentas, nos vamos a acordar mucho de ese déficit.

¿Y qué pasa si la SAREB quiebra? Que esos 35.000 millones se tendrán que ejecutar. Es decir, tendremos que pagar de los Presupuestos Generales del Estado o refinanciar esa cantidad. Deberemos desembolsar la cuarta parte de lo que nos corresponde de los fondos europeos para salir de la crisis de la covid-19.

¿Qué hacemos?

Llegado este punto, solo hay dos opciones. Una es que los bancos se hagan cargo del 55% de esa deuda y de ese déficit. Si ya hemos devuelto 15.000 millones y nos han cargado otros 35.000 más en nuestra deuda y el 55% es responsabilidad de los bancos privados, ¿por qué no lo pagan ellos?

Los bancos no van a querer pagar la factura, y el Estado no va a molestar a los bancos y fondos, como ya hemos visto recientemente con la polémica de Ábalos y la regulación de los precios del alquiler. Y la realidad es que ley les protege, ya que el avalista del préstamo es el Estado y no ellos. Un regalo que el PP nos envolvió y que se abre ahora.

Si las deudas de la SAREB son públicas, las viviendas de la SAREB son públicas también

Por lo que aquí solo queda una opción viable, realista y totalmente necesaria en este momento: usar las viviendas de la SAREB para atajar el grave problema de vivienda y de precios en el que nos encontramos actualmente. En un momento en el que la ley de vivienda se está debatiendo, en un momento de crisis habitacional como la actual, con miles de familias pasándolo mal y con unos precios del alquiler y la vivienda controlados por los grandes fondos y entidades financieras, el Banco Malo tiene que servir como parque de vivienda pública. Es el momento de tomar las riendas de ese agujero sin fondo que ha sido el Banco Malo y ponerlo al servicio de la ciudadanía. Si las deudas de la SAREB son públicas, las viviendas de la SAREB son públicas también.