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Munición para la derecha, desconcierto del gobierno

Artículo publicado originalmente en Público

FERNANDO LUENGO Y VÍCTOR PRIETO

Economista, y Politólogo

En la polémica en torno al pacto entre el PSOE, Unidas Podemos y Bildu, no es en absoluto lo mismo la completa derogación de la reforma laboral que la supresión de los elementos más lesivos de la misma. Las grandes empresas, han arremetido contra la decisión del gobierno, contra la existencia misma de un gobierno de signo progresista y con que se apliquen medidas que cuestionen sus privilegios. Todo metido en el mismo saco. Pero lo cierto es que no es acertado vincularlo al estado de alarma.

En el acuerdo programático entre PSOE y UP aparece esta segunda opción, en una clara y muy reveladora renuncia del programa de Unidas Podemos.

La completa derogación de la reforma laboral y la supresión de los elementos más lesivos de la misma no son lo mismo. Este es un tema clave en la mesa de diálogo social, donde participan gobierno, sindicatos y patronales, y no es normal que se resuelva o se pretenda resolver por este «procedimiento de urgencia».

La derogación de la reforma laboral (y, también, la introducción de una estricta condicionalidad a la hora de acceder a recursos públicos en materia de derechos de los trabajadores, límite de los privilegios de las elites empresariales y protección de los ecosistemas) tendrá enfrente a las patronales; y esto no se resuelve con mesas de diálogo, salvo que, como ha sucedido, lleves a esta mesa una versión descafeinada de dicha reforma.

no creemos acertado vincularlo a la prórroga del estado de alarma, que se tiene que justificar por su necesidad, por la manera en cómo se gestiona, protegiendo derechos, por los recursos que se ponen sobre la mesa para superar la crisis económica y social provocada por la pandemia y por cómo se financian. Es ahí donde un gobierno progresista tiene que buscar los consensos.