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NO A LA OTAN, NO A LAS GUERRAS, POR LA PAZ. BASES FUERA. NO A LOS PRESUPUESTOS MILITARISTAS

Attac está integrada en la Plataforma contra la OTAN

En los próximos 29 y 30 de junio la OTAN vuelve a reunirse, en esta ocasión en Madrid a instancias y en conveniencia del Gobierno español.
Esta cumbre servirá para que se rearme una organización que está claramente al servicio de los intereses del gran capital y del imperialismo. Una organización que solo debería ser un recuerdo de una guerra fría que acabó hace más de 30 años. Pero, desaparecido el enemigo que según la propia OTAN justificaba su existencia, emprendió su expansión y aumentó su área de influencia incorporando a varios Estados, la mayoría del antiguo Pacto de Varsovia. En los últimos 20 años ha duplicado el número de miembros y ha firmado alianzas militares con más de 40 países de todo el mundo, desde Colombia a Israel pasando por Arabia Saudí. En esta próxima Cumbre se producirá una nueva ampliación, integrando a Suecia y Finlandia.


En un momento donde la hegemonía de EEUU en el mundo comenzaba a resquebrajarse (por ejemplo, la salida a toda prisa de Afganistán o la pérdida ante China del monopolio tecnológico) es cuando el capitalismo globalizado busca una salida para la crisis económica mundial, y la organización militar más grande del planeta pretende forzarla mediante el militarismo y la guerra.

En octubre de 2021, el Gobierno español salió rápidamente al paso, y Pedro Sánchez anunció a bombo y platillo que España sería anfitriona de la Cumbre, retomando el papel de otros gobiernos como el de Aznar con una política sumisa y seguidista de EEUU. De seguir por este camino, España se convertirá aún más en cómplice del ataque a la soberanía de los pueblos y al aumento de los conflictos militares en el mundo, tras haber realizado un envío de ingentes cantidades de armas, por ello denunciamos a cualquier representante social y político de España que participe en la Cumbre.


En la actualidad España es uno de los países exportadores de armas que no cumplen con el código de conducta al vender armas a países en conflicto. Hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que se movilice por la paz, contra las guerras y contra los estados u organizaciones militares que, como la OTAN, violan sistemáticamente el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. En ese sentido , la participación de representantes políticos o sociales en la cumbre de la OTAN, se convertirá en un acto de apoyo al aumento del gasto militar, a la militarización de la seguridad antagónica a la seguridad compartida, al uso de la fuerza contraviniendo el derecho internacional, a la aprobación de uso del arma nuclear, en definitiva al apoyo de las guerras frente a la paz, la lógica que viene defendiendo la OTAN desde su intervención ilegal en Yugoslavia, a las de Iraq, Afganistán o Libia.


El Gobierno de coalición no solo se conforma con ser el anfitrión, sino que aprovechando la invasión rusa de Ucrania pretende militarizar aún más la frontera sur de Europa y criminalizar a las personas migrantes que ya han convertido el Mediterráneo en una fosa común, como terrorista y amenaza híbrida, aprovechando la coyuntura para asumir las tesis del Régimen marroquí y negar el derecho de autodeterminación al pueblo saharaui, reconocido por la ONU.


La intervención del ejército ruso en Ucrania ha servido de justificación para armar una guerra en Europa Oriental que las potencias occidentales alimentan con total descaro, sirviendo de excusa para acelerar un reordenamiento capitalista y un rearme militar en la UE que tendrá enormes costes en términos económicos y sociales sobre las mayorías trabajadoras.Los costes de cualquier guerra son incalculables, y se sienten en los países donde se desarrolla la guerra, buen ejemplo son las consecuencias de la guerra en Ucrania, pero también en todos los que participan de una u otra manera. Deuda, recortes y una tremenda inflación, preexistentes al inicio del conflicto, que se verán acompañados de un incremento del presupuesto militar hasta los 24 mil millones de euros, destinándose más dinero que a servicios públicos como Educación, Ciencia o Sanidad. No debemos dejar que el miedo nos lleve a aceptar una remilitarización de nuestras sociedades, el aumento del gasto militar y la legitimación de la guerra como mecanismo de resolución de conflictos.
En la actualidad existen guerras o conflictos abiertos o provocados por la OTAN o sus socios en Ucrania, Siria, Yemen, Libia, Etiopía, Afganistán, República Democrática del Congo, Somalia; ocupación y neocolonialismo en Palestina y el Sáhara Occidental; saqueo y bloqueos económicos, como en Cuba, Venezuela o Irán. Todos ellos suponen que hoy en día existan más de 100 millones de desplazados forzosos según la ONU. Por ello, y en defensa de todas las personas del mundo, rechazamos la guerra como instrumento para resolver los conflictos mundiales, ya que, a vistas de los datos actuales, no soluciona, sino que lo empeora todavía más. Por eso, apostamos por la salida pacífica de todas las guerras actuales y damos nuestro apoyo a los pueblos que actualmente están siendo atacados, así como a todas las personas refugiadas, vengan de donde vengan. Reivindicamos el cese de toda agresión y la retirada de las tropas militares, incluyendo la deserción de cualquiera de los ejércitos o fuerzas armadas de combate.
Pero no podemos quedarnos en una reclamación mundial contra las guerras mientras España sea cómplice perteneciendo a una organización militar como la OTAN y alojando bases militares de ejércitos extranjeros dotados de armas nucleares. Por ello exigimos la salida inmediata de España de la OTAN, el desmantelamiento de todas las bases militares extranjeras y nos oponemos a que la OTAN se amplíe a más países y a que se incrementen los presupuestos militares, para frenar una escalada belicista que en el peor de los escenarios puede llevar al uso de armamentos nucleares, con consecuencias humanas y ambientales catastróficas. Las guerras imperialistas son la expresión más organizada de la violencia patriarcal, una violencia que rechazamos en todos los ámbitos de la vida.
Para conseguir la desmilitarización de la seguridad, la solución diplomática de los conflictos, la reducción del gasto militar, la prohibición y destrucción ecológica del arsenal de armas de destrucción masiva, la disolución de la OTAN y la retirada de las fuerzas aeronavales norteamericanas de las bases de Rota y Morón, hemos organizado una respuesta colectiva y desde los distintos movimientos sociales, organizaciones y personas individuales contra laguerra, las agresiones imperialistas, la militarización de las sociedades, el intervencionismo militar, es decir, todo aquello que va a reforzar la Cumbre de la OTAN en Madrid.