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Reforma del mercado eléctrico de la UE: las reformas propuestas no resuelven la crisis energética.

Attac España, Attac Noruega, Attac Austria y Attac Francia.

El pasado día 14.03.2023, la Comisión Europea publicó en Bruselas su propuesta de reforma del mercado de la electricidad, que supuestamente mejorará el «diseño del mercado de la electricidad» de la UE. La propuesta es una respuesta a la actual crisis energética y al aumento masivo de los precios en el sector eléctrico. Para Attac, sin embargo, esta propuesta es completamente inadecuada. No aborda el problema subyacente: la dependencia del mercado y los beneficios empresariales. Nuestro movimiento reclama reformas integrales que permitan la democracia energética, la seguridad del suministro y una transformación socioecológica.

En la última década, el poder de mercado y los beneficios de las grandes empresas energéticas europeas no han dejado de aumentar debido a la liberalización. El comercio de energía y la especulación se han hecho más frecuentes. Al mismo tiempo, asistimos a un dramático aumento de la pobreza energética en Europa debido a las repentinas subidas de precios. Muchas personas ya no pueden permitirse satisfacer sus necesidades básicas.

La nueva propuesta de la UE para reformar el mercado de la electricidad no aporta ninguna solución. En su lugar, el modelo europeo de suministro energético eficiente sigue centrado en la maximización del beneficio en lugar del bien común y los principios ecológicos.

La reforma mantiene un sistema opaco, complejo y frágil, con multitud de proveedores que realizan actividades inútiles e incluso perjudiciales. Sigue imponiendo a cada Estado miembro precios de mercado incontrolables que no reflejan los costes de producción. Sólo propone limitar el efecto de estos precios mediante mecanismos ampliamente insuficientes (contratos a largo plazo, productos financieros, etc.). Peor aún, fomenta el desarrollo de contratos privados que reservan determinadas centrales eléctricas a determinados consumidores, destruyendo así cualquier forma de igualdad de trato.

«La propuesta publicada hoy lleva la firma de las grandes empresas energéticas. Todavía no se vislumbra el fin de la especulación financiera y la maximización de beneficios en la bolsa de la energía» explica Alberto Martínez de Attac España.

Los mecanismos de mercado no pueden garantizar la transformación socioecológica del sistema energético. «Pedimos a la Comisión de la UE que siente las bases para una transformación justa del suministro energético. La liberalización, la especulación bursátil y el libre mercado nos han conducido a la crisis energética; esto debe terminar. Ahora tenemos la oportunidad de democratizar el sistema energético y hacerlo respetuoso con el clima. No debemos desaprovechar esta oportunidad» explica Alberto.

Democracia energética ¡ya!

Por ello, Attac Austria, Attac Francia, Attac España y Attac Noruega reclaman una transformación integral del sistema energético en aras del bien común, la seguridad del abastecimiento y la procedencia de fuentes de energía renovables. Nuestra propuesta se basa en el principio de la democracia energética e incluye dos exigencias principales:

  • 1) garantizar el control público y un diseño democrático del sistema energético y
  • 2) emprender la necesaria transformación social y ecológica del sistema energético.

Es necesario un control público y un diseño democrático del sistema energético. «La electricidad es una necesidad básica que debe ser suministrada por un servicio público, en contra del principio de competencia que permite a las empresas privadas obtener beneficios monstruosos a costa de los usuarios, la calidad del servicio y los intereses públicos«, afirma Lou Chesné, de Attac Francia. A medio plazo, el mercado con ánimo de lucro debería sustituirse por un espacio europeo de la energía cooperativo para acabar con la especulación bursátil con la electricidad y el gas.

De este modo, el necesario equilibrio y comercio de la energía podría realizarse a través de organismos controlados públicamente, garantizando la seguridad necesaria. Los países y las regiones deberían tener libertad para establecer un sistema público basado en tarifas, que garantice la financiación de las unidades de producción y un trato justo a los usuarios. Los proveedores de energía privados y públicos deben transformarse en organismos cuyo objetivo principal sea abastecer a la población y producir bienes y servicios básicos, y no anteponer los beneficios a la seguridad energética, la justicia y la protección de la biodiversidad. También es importante promover y coordinar a los productores descentralizados y renovables, como las cooperativas energéticas. Asimismo, cuando no haya suficientes energías renovables para abastecer a las nuevas industrias, especialmente a las no esenciales, el control público de la red local debe decidir si esas nuevas cargas son admisibles, como es el caso de los nuevos centros de datos en Irlanda.

Frente a las crisis climática y social, emprender la necesaria transformación ecológica y social del sistema energético debe ser una prioridad absoluta. Significa una fuerte reducción del consumo total de energía en la mayoría de los países europeos y el paso a un sistema energético basado al cien por cien en energías renovables. También requiere el acceso universal a la energía, que debe inscribirse en el sistema energético europeo. Por ello, Attac aboga por una garantía energética básica a escala europea con tarifas progresivas específicas para cada país. De este modo se protege a los hogares de la pobreza energética, se anclan los controles de precios y se encarece el consumo de lujo derrochador.

En las próximas semanas y meses desde Attac España emprenderemos acciones para presentar nuestras propuestas. Esto es vital: La UE debe romper con la liberalización energética y proponer la democracia energética para una transformación social y ecológica.