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Triunfo de la Democracia y la Solidaridad Internacional en Bolivia

Artículo publicado originalmente en CTXT.es

por Internacional Progresista 

Después de un año de represión, represalias y violencia racista, el pueblo de Bolivia ha restaurado su democracia y ha devuelto a la presidencia al Movimiento al Socialismo (MAS). La Internacional Progresista (IP) saluda al pueblo boliviano por su valentía en el transcurso de estas elecciones pacíficas, una fuente de inspiración para las fuerzas progresistas de todo el mundo.

La elección de Bolivia no sólo mostró al mundo cómo derrotar al autoritarismo y a sus aliadxs imperialistas. Como observó la delegación de la Internacional Progresista en Bolivia esta semana, la elección también mostró el poder de la solidaridad internacional para defender la democracia en todo el mundo.

La delegación de la IP –encabezada por Gerardo Pisarello (España), Sofía Sakorafa (Grecia) y Maciej Konieczny (Polonia)– llegó a La Paz con una clara misión: asegurar que el pueblo de Bolivia ejerza sus derechos democráticos de manera libre y justa. Financiada por las donaciones de lxs miembros de la Internacional Progresista, la delegación llevó las esperanzas de los movimientos, partidos y personas que luchan por la democracia en todo el planeta.

Pero lxs oficiales del gobierno de facto de Bolivia trataron de descarrilar la misión con tácticas de intimidación en aumento. Marcel Rivas Falon, Director General de Migración en Bolivia, amenazó con que la delegación de la IP podría “sufrir las consecuencias” a manos del organismo gubernamental que él dirige. El Ministro del Interior boliviano, Arturo Murillo, acusó a la delegación de la IP de ser “agitadorxs” que serían puestxs “en un avión o tras las rejas”, añadiendo de manera ominosa “sabemos quiénes son y dónde están”.

La delegación se negó a ceder ante estas tácticas de intimidación. Como declaró el diputado Maciej Konieczny: “Decidí unirme a la misión de observación de la Internacional Progresista por la preocupación de un posible fraude electoral u otro golpe de estado. Las autoridades trataron de intimidarnos y lanzaron una campaña de mentiras y engaños. Pero nuestros peores temores no se materializaron el día de las elecciones. En cambio, fuimos testigos de una verdadera celebración de la democracia”.

El 18 de octubre, la delegación de la IP recorrió las ciudades de La Paz y El Alto para observar el proceso democrático de Bolivia. En más de 10 centros de votación –que incluían escuelas, complejos deportivos, un centro comunitario rural y una prisión en el corazón de La Paz– la votación fue pacífica y ordenada. “Estamos presenciando la expresión masiva de la soberanía popular, un elemento fundamental de la constitución boliviana. En cada centro de votación de nuestra ruta, observamos a miles de votantes ejercer pacíficamente sus derechos democráticos”, dijo Tessy Schlosser de la delegación de la IP.

El triunfo de la democracia en Bolivia es un testimonio de la movilización de un poderoso movimiento popular, no sólo el día de las elecciones. Una campaña sostenida de huelgas y bloqueos de carreteras, organizada por los sindicatos en todo el país, fue fundamental para asegurar el voto mucho antes de que se abrieran las urnas el domingo.

Apoyando al pueblo de Bolivia había un frente común de observadorxs internacionales, enviando un claro mensaje al gobierno de facto: estamos vigilando. Más de 100 observadorxs internacionales viajaron a Bolivia a pesar de los peligros de la pandemia del covid-19. La solidaridad internacional y el apoyo incondicional al proceso democrático constituyeron un último freno a las fuerzas de la reacción que amenazaban con socavar la fiesta democrática de Bolivia.

Como dijo Gerardo Pisarello, miembro del Congreso de los Diputados de España (Catalunya en Comú) y miembro de la delegación de la IP: “Bolivia ha enviado un resonante mensaje –a la región de América Latina, a los Estados Unidos, a Europa –de que es posible reparar nuestra democracia”.

Como dijo David Adler, Coordinador General de la IP y miembro de la delegación: “Las elecciones en Bolivia son un momento decisivo: la era de la impunidad autoritaria ha terminado. Una nueva corriente de poder popular se está levantando para restaurar la democracia y recuperar las instituciones del Estado, inspirándose en el pueblo de Bolivia en su heroica lucha de este año”.