Ante nuestras narices se está mostrando la punta del iceberg de aquello que durante decenios no hemos querido ver. No perdamos de vista que las pandemias y las catástrofes nunca vienen solas, y que sus causas y, sobre todo, sus consecuencias son habitualmente cosa nuestra. ¡Apocalíptico! dirán unos; ¡Agorero! dirán…...