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ATTAC ANTE LA APROBACIÓN DEL IMPUESTO A LAS TRANSACCIONES FINANCIERAS

El 7 de octubre recibió aprobación en el Senado la popularmente conocida como Tasa Tobin, por lo que tras su paso previo por el Congreso, hoy nuestro país dispone ya de una Ley sobre el Impuesto a las Transacciones Financiera (ITF). Esta Ley entrará en vigor en España tres meses después de su publicación en el BOE junto a la también aprobada Ley sobre el Impuesto a Determinados Servicios Digitales (IDSD) que ha recibido una tramitación paralela.
 

La Tasa Tobin es una propuesta con una ya larga andadura social y que se encuentra en el origen de la creación de la organización internacional Attac hace más de 20 años. Durante todos estos años, Attac, primero en solitario y después junto a otras organizaciones sociales y políticas, ha movilizado a la ciudadanía para exigir un impuesto a las transacciones financieras (ITF) capaz de gravar la compraventa de activos financieros.  No se trata, como a veces se dice, de introducir un impuesto a la banca, sino de penalizar unas operaciones financieras que han crecido de forma exponencial desde el comienzo de la globalización neoliberal. Afectaría exclusivamente a quienes realizan frecuentes operaciones en los mercados bursátiles y especialmente a quienes mueven enormes volúmenes de dinero buscando altas rentabilidades. No es tampoco un impuesto al patrimonio financiero ni a los beneficios del capital ya que no grava los rendimientos financieros. No es sino un impuesto indirecto pensado para frenar las enormes, crecientes y dañinas operaciones especulativas en los mercados financieros..

Pero el ITF que se ha aprobado en el Parlamento español está muy lejos de la propuesta que Attac lleva defendiendo desde hace 20 años. Así, el impuesto aprobado no contempla como hecho imponible las transacciones de divisas -que mueven diariamente 6,6 billones de dólares en el mundo y que según el Banco de España han crecido un 25% entre 2016 y 2019 en nuestro país-, ni determinados mecanismos de ese gigantesco mercado descontrolado que es el de los contratos derivados, ni tampoco grava las operaciones de alta frecuencia (HFT), cuando ya la mayoría de las transacciones financieras bursátiles se realizan a través de sistemas electrónicos automatizados conectados en red, que provocan una elevada volatilidad de los mercados financieros y favorecen la aparición repentina de crack y crisis bursátiles.  

Existía además un argumento político de peso para ampliar el alcance del impuesto a aplicar en España. En el Dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados en su sesión del día 29 de julio de 2020, se decía textualmente en la resolución 128 que  (…) Para reconstruir social y económicamente el Estado español, es indispensable reducir la brecha fiscal que existe con la zona Euro, sin limitar el crecimiento, la competitividad y la eficiencia de las empresas españolas e implementar medidas tales como un impuesto a las transacciones financieras que realmente grave los productos más especulativos, como los productos derivados y las operaciones de alta frecuencia 

Pese a lamentar haber dejado pasar la oportunidad de introducir en los mercados financieros españoles instrumentos anti especulación y anti crisis, entre los que un ITF de mayor alcance hubiera sido sin duda la punta de lanza, Attac saluda la aplicación en nuestro país de ambos impuestos y espera que haya nuevas oportunidades si se acaba introduciendo un ITF europeo y España realiza las modificaciones necesarias para adaptarse al mismo.

8 de octubre de 2020