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En Europa sí hay bancos públicos, en España ¿nunca jamás?

Aurora Martínez Hernández – ATTAC Madrid

Tras la presentación de los resultados del primer trimestre de Bankia, se puede repetir: » La mejor forma de devolver las ayudas recibidas [por Bankia]  es con sus  beneficios económicos y socioambientales».

Estas palabras se dijeron en un acto extraordinario que  tuvo lugar el día 24 de abril en la  sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados : nunca se habían concentrado tantos grupos sociales, partidos y sindicatos  para pedir parar la privatización de Bankia. Y es que es inconcebible que no se esté debatiendo el que nos vayamos a quedar, de forma irreversible, sin  ningún banco público, mientras los demás países europeos sí los tienen.

Fue un acto singular, con tres tipos de oradores: los ponentes, los parlamentarios y los grupos de apoyo.

Desde la mesa, Nuria Alonso Gallo planteó la necesidad de ampliar el ICO  para poder financiar  directamente un nuevo modelo productivo, sin la intermediación de la banca comercial y siempre bajo el principio de solvencia financiera ; Santos Ruesga Benito señaló que había que  preguntarse para qué queremos una banca pública y cómo configurar esa banca pública y Carlos Sánchez Mato denunció la incoherencia de que la banca privada haya recibido tal magnitud de ayudas públicas en un sistema de economía de mercado, donde no se ha seguido la regla de que lo privado se mantenga  con el esfuerzo de los accionistas y lo público con el esfuerzo de todos. » Si los bancos tuvieran que pagar el 7%  por el dinero que necesitan ( su coste si no estuvieran subvencionados) para comprar Bankia, nadie la compraría»,  sentenció.

Por parte de los partidos sorprendió que el ponente del PP, Miguel Ángel Paniagua, reconociera que era necesaria una banca pública para financiar viviendas  sociales en alquiler, para la inversión a largo plazo y la atención a las zonas rurales, aunque  sin estar de acuerdo en  parar la venta de Bankia. Los demás partidos: Podemos, Izquierda Unida, Equo, Compromís , En  Marea y Ezquerra Republicana 1 y  los demás  representantes de los principales  grupos de apoyo: UGT, CGT, CCOO, USO, Plataforma por una Banca Pública, ATTAC, Economistas frente a la Crisis, Economistas sin Fronteras, Econonuestra, Copime, la FRAVM…fueron señalando  las diversas razones que tenían en defensa de la banca pública: la ética, la democracia, el drama de los desahucios, la corrupción de los partidos, las puertas giratorias, la necesidad de financiar un nuevo modelo productivo y de transición energética y  de luchar contra el oligopolio bancario, la reducción de costes para el Estado,  la exclusión económica, financiera, digital…Especial interés tuvo la intervención de Julio Rodríguez, antiguo presidente del Banco Hipotecario ( «que era el banco de las PYMES») que denunció que, sin ninguna razón de peso, se vendió  este banco público: «A la banca le sobrábamos».

Dos fueron las intervenciones que más se centraron en parar la venta de Bankia: la del representante de CGT que alertó de que «si Bankia y BMN se venden, el  debate sobre la  banca pública sería un debate vacío» y la intervención de la representante  de la Plataforma por una Banca Pública, Aurora Martínez, que contestó a Goirigolzarri que «vender Bankia para devolver las ayudas públicas es una excusa y que la mejor forma de devolver las ayudas es no malvender Bankia y quedarse con sus beneficios económicos y medioambientales».

Efectivamente en la semana del 24 al 28 de abril  los cinco grandes bancos (excluido el Popular) presentaron  las cuentas de resultados del primer trimestre. El beneficio de Bankia, en concreto, fue de 375 millones de euros. Si Bankia fuera verdaderamente pública, al no tener que pagar dividendos, se quedarían en Bankia y se aumentaría el patrimonio de lo público.

Conviene, en todo caso, analizar cómo han sido los beneficios de esos cinco grandes bancos (en el que está incluido Bankia) que tuvieron un alto crecimiento  respecto al primer trimestre del año  anterior 2. Estos beneficios no crecieron (excepto en Caixabank) por el aumento de  los ingresos  de la actividad básica, la de intermediación ( tomar el ahorro y conceder préstamos). El crecimiento  vino: del  exterior (excepto en el caso de Bankia);  de su cartera de negociación (o «especulación»: negociar con derivados- sobre todo de tipos de interés- con bonos y acciones…);  de la subida de la bolsa y de haber destinado menos dinero a provisiones. En otras palabras, actualmente la banca privada no sobreviviría si sólo se dedicase a su negocio originario dentro de las fronteras: prestar dinero. Téngase en cuenta, además, el dinero que se ahorran estos bancos por pagar bajos tipos de interés al captar su pasivo del BCE al 0% y el beneficio que obtienen en los paraísos fiscales (el 26% de media en los 20 mayores bancos Europeos y  en mucha menor medida Bankia)3

Y cuando el Banco Central Europeo (en  unos meses) deje subir los tipos de interés, un verdadero banco público minorista está mejor situado. Un banco público no está obligado a sacar una rentabilidad mínima del 8% (el llamado coste del capital). Además, si tuviera que financiar  un nuevo modelo productivo, podría ser apoyada por alguna partida de los Presupuestos Generales del Estado. Por eso es una verdadera excusa  querer  vender Bankia para recuperar la ayuda concedida, cuando sólo se obtendría una parte del dinero prestado, se malvendería una propiedad pública  y  se perderían sus beneficios sociales y ambientales.  Otros países lo han entendido mejor y se han sabido defender de las presiones de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo. Los bancos públicos de los landers y las cajas municipales alemanas  deben más que los bancos  españoles y siguen allí. Ni que decir tiene, la dificultad que hay para que desaparezcan los paraísos fiscales: sin ellos no  sobrevivirían los bancos privados.

Si el gobierno quiere ser el responsable del fin de la banca pública en España, los ciudadanos tenemos que impedirlo:  » Toda persona tiene deberes respecto de su comunidad, porque sólo en ella se desarrolla plenamente como persona» (Art. 29 de los DDHH).

1. Lamentablemente el PSOE y Ciudadanos no mandaron representantes.

2. Fuente. Cuentas de resultados de los cinco grandes bancos españoles, exceptuando el Popular.

3. Informe de Oxfam- Intermón 2017.

 Aurora Martínez Hernández  es miembro de la Plataforma por una Banca Pública.