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Sí, tenemos que hablar. Mejorar lo nuestro. Recuperar la ilusión. Hablar de lo importante, de lo que realmente impacta en las vidas y el bienestar de las personas y del planeta, que se va descuidando y deteriorando cada vez más. Tenemos elecciones en breve, y votar es importante, pero la democracia ha de ir más allá; somos capaces.

Cada vez urge más que abordemos lo importante, a pesar de que los debates electorales lo dificultan, ya que pocas veces se centran en los verdaderos retos que enfrentamos como humanidad: las enormes y crecientes desigualdades, la exclusión en la que viven ciertos sectores -cada vez más crecientes- o la crisis ecológica y el sufrimiento que provoca y provocará.

Además, tenemos que saber dar la vuelta a este contexto de desinformación y de crispación que genera polarización social y culpabiliza a quienes denuncian las causas de los problemas: migrantes, ecologistas, feministas, movimientos de vivienda y resto de movimientos sociales, que están siendo por ello diana de la extrema derecha y de medios de comunicación.

El modelo económico también nos aleja porque, mientras la ciudadanía vota cada cuatro años, los grandes capitales lo hacen todos los días a través de los mercados. Las grandes empresas acumulan cada día más riqueza y poder, mientras siguen esquilmando la naturaleza, anteponiendo pagar dividendos a sus accionistas al bienestar social, modificando o diluyendo propuestas legislativas mediante la presión institucional o decantando la opinión pública hacia sus intereses.

Por eso, sí, además de votar deberíamos hablar de temas que nos afectan y que se están quedando fuera de nuestras conversaciones. Sin duda, tenemos que hablar porque nos puede ir mucho mejor.  

#TenemosQueHablar de la crisis ecológica porque estamos hipotecando nuestra vida. Toda propuesta que no contemple este problema, basada en la evidencia científica, no puede tener cabida. Queremos soñar mundos mejores, pero desde el realismo que nos imponen los límites del planeta. #TenemosQueHablar de una transición ecológica real frente a la emergencia climática, a la pérdida de biodiversidad y de la naturaleza de la que nuestra vida depende.

#TenemosQueHablar de las desigualdades sociales y de cómo se están acentuando. En un mundo con cada vez menos disponibilidad de recursos, hay una élite que los está acaparando mientras el resto de la población no puede acceder a lo más básico. #TenemosQueHablar de justicia económica y social, de justicia fiscal, de rentas básicas, de reparto del trabajo, de acceso a vivienda y suministros y de servicios públicos de calidad que promuevan la igualdad de condiciones y coloquen los cuidados en el centro del sistema, promoviendo su reparto y la corresponsabilidad.

#TenemosQueHablar de que muchas personas carecen de libertad para elegir trabajo, lugar de residencia, cómo alimentarse, con quién vivir, qué modelo familiar escoger, cuándo calentarse, cómo disfrutar del ocio o cómo acceder a la información. #TenemosQueHablar de libertad para todas las personas, especialmente ante la falta de libertad y de reconocimiento de derechos que sufren sobre todo personas migrantes, racializadas, de clases empobrecidas, quienes viven en el medio rural, mujeres o personas trans. 

#TenemosQueHablar de la violencia internacional que sigue financiando la guerra en un momento en el que debemos afrontar conjuntamente un problema global para evitar el sufrimiento y las migraciones forzadas. #TenemosQueHablar de cultura de paz, de solidaridad internacional y poner fin a la deuda de siglos de expolio y colonización, en una verdadera apuesta por el diálogo y la defensa de los Derechos Humanos. 

#TenemosQueHablar del modelo económico, porque cada vez es más evidente que mientras siga rigiéndose por dos normas —el crecimiento del PIB y la maximización del beneficio de las empresas— no hay forma de frenar la devastación planetaria ni la precariedad, la pérdida del pequeño comercio o de la agricultura y ganadería familiar.  #TenemosQueHablar de un nuevo modelo económico social y solidario, que abandone la senda del crecimiento ilimitado y redistribuya bajo criterios de justicia y viabilidad en el marco de los límites del planeta.

Y #TenemosQueHablar de democracia porque no puede funcionar correctamente si la información es tendenciosa, si no hay canales adecuados de participación o si se criminaliza la protesta. #TenemosQueHablar de una profundización democrática que rompa con la polarización social y que permita a la ciudadanía mayores niveles de participación en la vida política que la que nos abre el actual sistema cada cuatro años.

Como ves, son muchos los temas que nos afectan y que estamos dejando de lado, ocultos en falsas promesas que nunca se cumplen cuando no se obvian directamente como si no nos fuera la vida en ello. 

Democracia, #TenemosQueHablar, queremos hacerlo. Somos grupos feministas, empresas de economía social y solidaria, ONGD, colectivos ecologistas, antirracistas, movimientos por el derecho a la vivienda y a los suministros básicos, y diversos movimientos sociales, vecinales que decimos que más allá de votar, queremos democracia, y para eso queremos cambiar el modelo económico, político y social. 

Nos sabemos diferentes y albergamos diversidad pero nos une este objetivo común. Nos juntamos sabiendo que nuestra lucha va más allá de las elecciones, supone una alianza para trabajar en el día a día, a largo plazo, por conseguir este objetivo. Sabemos que solo la unidad podremos afrontar con la determinación y seriedad que conllevan las múltiples crisis que enfrentamos.

Y vamos a poner toda nuestra ilusión.

Accede al sitio web y firma la petición: https://tenemosquehablar.site/