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Entrevista a Albino Prada con motivo de su último libro «Trabajo y Capital en el S. XXI”

D. Besadio. Publicado originalmente en gallego en el Diario de la Universidad de VIgo.

La obra intenta completar la línea argumental del reconocido economista francés Thomas Piketty.

A finales del siglo XIX cada empleado a tiempo completo trabajaba una media de 55 horas semanales, pero con el paso de los años y los consiguientes avances tecnológicos y sociales, se produjo una reducción progresiva de la jornada laboral hasta llegar a principios del siglo XIX. la década de 1980 en poco menos de 40 horas a la semana. Desde entonces, esta línea progresiva y consecutiva de descenso en la reducción de la jornada laboral a tiempo completo se ha ralentizado y las cifras actuales, 40 años después, se mantienen. ¿Qué está pasando con el trabajo? ¿Podemos estimar un escenario de transición de las actuales 36 horas semanales a 26 horas, sólo cinco horas al día, sin desempleo y sin prolongar los años de vida laboral? Estas son solo algunas de las preguntas que el profesor e investigador de Ecobas, Albino Prada, intenta responder en su nuevo libro.Trabajo y capital en el siglo XXI Mutaciones, consecuencias, alternativas , una obra en la que el autor se sumerge de lleno en la reflexión sobre el presente y el futuro del trabajo asalariado.

En este nuevo ensayo, publicado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Vigo, Prada defiende con fuerza la necesidad de proteger a la sociedad del poder desmedido de los propietarios del capital, apostando por redistribuir el tiempo de trabajo y la riqueza obtenida entre todos los ciudadanos. Para lograrlo es necesario, a su juicio, retomar el camino histórico de reducir la jornada semanal, sin aumentar los años de vida laboral, y hacerlo sin erosionar los ingresos y el bienestar social de todos los ciudadanos. En esta línea Prada reclama una renta básica, una profunda reforma fiscal y una socialización del capital productivo.

Según el autor, dos de las obras del francés Thomas Piketty, considerado uno de los economistas más influyentes de la actualidad, jugaron un papel decisivo en el proceso de documentación de la obra: El capital en el siglo XXI (2014) y Capital e ideología.(2019). “El primero es un análisis certero del crecimiento y concentración del capital y sus rentas, pero solo 40 páginas de 650 se dedican a analizar el otro lado de la ecuación: el trabajo”, explica Prada, y añade que, en el aún más voluminoso ” obra de 2019 solo cinco páginas de sus más de 1200 están dedicadas a ese segundo del capital indisoluble: la obra, que es precisamente en lo que centra su ensayo. “Creo que completa modestamente una perspectiva que le falta a la obra de Piketty, en el sentido de que le falta una parte necesaria, el análisis de la obra”, señala la investigadora de la Universidad de Vigo.

¿Qué está pasando con el trabajo?

La primera parte del ensayo discute en detalle lo que está pasando con el trabajo. ¿Por qué la jornada laboral ha dejado de disminuir significativamente en las últimas décadas?, es más, ¿por qué se está desvaneciendo la separación entre trabajo y ocio? ¿La contratación a tiempo parcial es una solución? ¿Por qué se considera inevitable una vida laboral prolongada? ¿Por qué cada vez hay más personas que trabajan sin contrato de trabajo? Estas son algunas de las preguntas que el autor trata de responder. El argumento gira en torno al abanico de posibles soluciones a todas estas cuestiones, cuestiones que giran en torno a si es posible o no que un país produzca lo mismo trabajando menos (horas y años), como la financiación de los sistemas de pensiones o cómo montar un la renta básica en una nueva redistribución de la riqueza y el trabajo para generarla.

«Más de 40 de cada 100 empleados son extremadamente dependientes»

En el escenario actual, la robotización, la Inteligencia Artificial… hacen que cada vez se necesiten menos trabajadores, pero en este mismo escenario, la relación no salarial es cada vez más frecuente y más dependiente del capital. «Hablo de menos derechos, más horas, más años -de 32 a 36 entre 2000 y 2020-«, explica el economista vigués, autor de numerosos ensayos divulgativos, el último publicado hace apenas un año y que giraba en torno a la conceptos de riqueza y bienestar social. “Más de 40 de cada 100 trabajadores en España sufren dependencia extrema: temporal, parcial o sin subsidio”, subraya Prada, que no duda en afirmar que se avanza hacia la abolición del concepto de jornada (contratos por tareas, horas extras no pagadas, etc.).

En la segunda parte del trabajo, Prada trata de responder a la pregunta de si es posible generar en la sociedad actual la misma riqueza con una estructura laboral más igualitaria e inclusiva. Desde el punto de vista del autor, es factible pasar de las actuales 36 horas semanales a 26, “sin desempleo y sin prolongar los años de vida laboral, siempre que las ganancias de productividad no sean apropiadas únicamente por los dueños del capital”.

Tres ejes de acción para acabar con la ‘neoesclavitud’ globalizada

Prada recuerda en el ensayo que, “si bien es cierto que el Capital nunca baila solo, en este siglo XXI podría estar cambiando de pareja”, porque ahora, vestido de algoritmos, robots e Inteligencia Artificial, preferiría una neoesclavitud globalizada. , sin salarios, sin fronteras nacionales”) como nueva pareja de baile, “un baile y un ritmo que lo obligaría a adaptarse a los menguados asalariados humanos, dicen los cánones, que aún necesitan acompañarlo en su nueva coreografía productiva”, subraya el economista de la Universidad de Vigo. Por eso en este breve ensayo incurro en un exceso de presunción al parafrasear el título de la monumental obra de Piketty. Como justificación, mi foco está en el otro lado de su crítica al Capital en este siglo XXI: en la superación del trabajo asalariado”, enfatiza el autor.