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¿Está bien Bankia?¿Se deben repartir beneficios?

Aurora Martínez – ATTAC Madrid

José Ignacio Goirigolzarri ha anunciado unos beneficios de Bankia de 1040  millones de euros en 2015 – el mayor beneficio obtenido en España por los siete mayores bancos- y que desea repartir 302  millones en  dividendos. Pero esos beneficios deben quedarse en Bankia porque Bankia es en un 64,2% del FROB (institución del Estado), y en un 100% de los ciudadanos, si se tiene en cuenta que sólo lo aportado por el Frob en medidas de capitalización (22.424 millones de euros) es una cantidad superior a su patrimonio (11.682 millones). Por lo tanto, debería  funcionar desde ya como un banco público que presta un servicio público y no busca ni reparte beneficios.

1.Las  cuentas de Bankia.

Analicemos someramente las palabras que Goirigolzarri dijo sobre Bankia al presentar los  resultados de 2015 : “muy sólida, muy solvente  y muy rentable”.

Muy sólida. Actualmente las entidades financieras son muy poco “sólidas” porque están muy endeudadas, los beneficios obtenidos  en sus actividades básicas son prácticamente inexistentes y soportan muchos  riesgos, tanto por operaciones  que se reflejan en el balance como por las que no se reflejan en él. Ellas mismas o las poco fiables agencias de calificación fijan sus riesgos. Además no se da suficiente información sobre  datos muy significativos de los bancos. Sin embargo, sí se podría decir, a priori, que Bankia y Bankinter, parecen más «sólidos» que los restantes grandes bancos españoles. En el Memorando1 que se firmó con la Comisión Europea para recibir el rescate bancario, se exigió que Bankia funcionara  como un banco minorista (o comercial) y no como un banco de inversión (con operaciones especulativas muy peligrosas) y que se desprendiera de activos no estratégicos, que incluiría a los activos fuera de España. Mientras tanto, el  Santander y el BBVA están entre los bancos sistémicos mundiales, bancos que «per se» soportan más riesgos. Como no hay un ratio que mida el «muy sólido», se supone que Goirigolzarri  estaba pensando en los beneficios de Bankia; en su mejor ratio de eficiencia (Gastos de explotación/Ingresos totales, 40,6%); la mejor relación Credito/Depósitos (101,9%); el ser una banca minorista y el tener altas provisiones, entre otros datos.

Muy solvente. Diremos que un banco es solvente cuando el tamaño de su patrimonio puede absorber las pérdidas que se vayan produciendo. Dicho de otro modo, diremos que una entidad es solvente si el valor de sus deudas es inferior al valor de los bienes y derechos de cobro de ese banco. En otras palabras, un banco es solvente si los acreedores pueden cobrar si se vende el banco. Éste es el gran problema de los bancos actuales: les falta capital , o mejor dicho,  fondos propios. Los fondos propios  -el capital aportado por los socios y los beneficios no distribuidos, principalmente- tienen como misión cubrir las pérdidas inesperadas que se produzcan. Pero  como hay un gran desfase entre el tiempo que normalmente se tarda en devolver un préstamo –el hipotecario 20 o 30 años- y el tiempo que los impositores dejan su dinero en el banco, el volumen de capital debe ser alto.

La solvencia de Bankia -medida por la CET1 Fully Loaded- está  en el 12,26%, que es la más alta en estos siete bancos. Durante las conversaciones del G20 de Australia2, el Consejo de Estabilidad Financiera  llegó a pensar que este ratio debería ser del 25% para los bancos sistémicos. El ratio Cet1 Fully Loaded se calcula, de forma aproximada, dividiendo los fondos propios entre el valor del riesgo que entrañan los activos (no el valor de todo el activo, que sería mucho mayor). De esta manera los bancos estuvieron funcionando con un patrimonio muy pequeño, y no pudieron cubrir las pérdidas que se originaron al estallar la burbuja bursátil  o la inmobiliaria.

Muy rentable. La rentabilidad de los fondos propios de Bankia es del 9%, la segunda después de Bankinter. Pero esta rentabilidad, al igual que la del sector financiero español, depende sobre todo de ajustes extraordinarios. Si nos fijamos en la rentabilidad global de los bancos españoles (de los activos ), ésta alrededor del 0%. En Bankia se ve que no mejora  el margen de intereses-el rendimiento de los créditos hipotecarios  no cubre los costes de administración de esos préstamos- y sí mejora los ingresos por comisiones. Estas dos son las rúbricas de la cuenta de resultados que conforman el llamado margen básico y que es el beneficio genuino del banco. Indica si la actividad de un banco minorista  es o no viable.  Eso quiere decir que, hoy por hoy, un banco relativamente saneado  sólo puede ofrecer una rentabilidad pequeña, aunque sí puede asegurar a los impositores que su dinero está a buen recaudo.

2. La actividad bancaria ¿un servicio público?

Las funciones propias de un sistema bancario occidental, como parte del sistema financiero, han sido tradicionalmente dos:

1.Crear el volumen de dinero adecuado para poder desarrollar las actividades de la economía real necesarias para conseguir el pleno empleo y el desarrollo económico3 (y no para crear productos financieros de casino que propician las crisis económicas). El banco central será el que cree el dinero legal y los bancos comerciales, el dinero bancario.

2.Destinar los ahorros de las familias a la inversión en la economía real. Con ese fin, los bancos centrales deben fijar el tipo de interés. Esta función obliga a las autoridades a cuidar de los depósitos de los ciudadanos financiando proyectos viables y sostenibles. De ahí se desprende que toda la actividad financiera, tanto pública como privada, debe ser declarada servicio público, teniendo en cuenta que la capacidad de crear dinero da mucho poder  a los bancos privados y quita soberanía al pueblo.

3. Bankia no debe venderse, por eso no debe repartir beneficios.

Las empresas privadas buscan conseguir el máximo beneficio, pero eso entraña para un banco endeudarse mucho más de lo razonable, poniendo en riesgo a los ahorradores y a la economía en su conjunto. No se nos puede olvidar la influencia  de la banca privada en la crisis mundial actual, que ha sido una crisis de deuda privada.

Tampoco es justo que después de haber saneado con dinero público Bankia, ahora los ciudadanos pierdan ese dinero. Recordemos, también, que además de las medidas de capitalización,  Bankia  ha recibido avales, créditos fiscales, compra de activos de la SAREB y préstamos del BCE.

Si queremos que Bankia sea totalmente pública, no debe repartir beneficios. De esa manera se aumentará su patrimonio y se hará más sólida.  También en el Memorando de Entendimiento se prohibía repartir dividendos a los bancos que habían recibido ayudas y esa tónica debe seguir. Ahora Bankia puede ser una herramienta para poner en marcha un nuevo sistema productivo y dar a los ahorradores  seguridad en sus ahorros.

Conclusión.

Es bueno recordar que los beneficios de Bankia han sido posible porque antes ha tenido un saneamiento público. Una entidad endeudada, nunca hubiera salido adelante.

Las empresas privadas buscan tener beneficios; las empresas públicas, deben dar un servicio público de calidad. Las cifras de Bankia demuestran que una banca “ relativamente saneada” sólo puede ofrecer rentabilidades globales bajas y  querer subir la rentabilidad de los accionistas se consigue asumiendo riesgos muy peligrosos.  Porque la actividad financiera no está diseñada para ganar dinero.

 Ahora las cuentas de Bankia están controladas por el Estado a través del FROB y, cada vez más por los ciudadanos, que han obligado a juzgar a sus antiguos presidentes, Blesa y Rato, y a su Consejo de Administración . Y eso se nota.

 

1. Memorando de Entendimiento sobre condiciones de Política Sectorial Financiera del  23 de julio de 2012. BOE 10 de diciembre 2012.

2. Informe del Consejo de Estabilidad Financiera, que agrupa a reguladores y bancos centrales de todo el mundo, para la reunión del G-20 en Brisbane (Australia) el 15-16 de noviembre de 2014.(M. Martínez.Expansión, 8-10-2014).

3. Actualmente los economistas críticos han sustituido el objetivo del desarrollo económico la sostenibilidad del sistema económico, que incluye la sostenibilidad económica, social y ecológica.

 

Aurora Martínez es miembro de la Plataforma por una Banca Pública y de la Comisión JUFFIGLO de ATTAC España