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Las elecciones españolas vistas desde América

Emir Sader Público.es

La izquierda latinoamericana siempre ha tenido lazos profundos con la izquierda europea. A partir de los movimientos históricos de la izquierda en Europa, han nacido gran parte de las corrientes de la izquierda en América Latina: el anarquismo, socialismo y comunismo. La mayoría de los partidos de la izquierda latinoamericana y las centrales sindicales han pertenecido y siguen perteneciendo a organizaciones políticas o sindicatos internacionales situados en Europa.

Aunque, durante las grandes trasformaciones en el mundo, se ha dado un distanciamientos entre las izquierda de ambos lados del Atlántico. Todo empezó cuando la izquierda francesa liderada por Mitterrand se adhirió a las modalidades del Neoliberalismo. Y, tiempo después, Felipe González empezó su Gobierno con ese modelo.

Así pues, con ese cambio radical, la izquierda europea —por lo menos sus corrientes más fuertes—, preferían una alianza subordinada con el bloque EEUU-Gran Bretaña, distanciándose de América Latina y del sur del mundo, duramente penalizados por la globalización neoliberal.

Los aliados de Socialdemocracia en América Latina siguieron el cambio impulsado por los socialistas franceses y españoles y se adhirieron a las modalidades del Neoliberalismo. Aunque, un movimiento nuevo llegaría a Latinoamérica a través de Pinochet, al que le sucedió el PRI mexicano, los socialistas  chilenos, Menem en Argentina, Acción Democrática en Venezuela y el PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) en Brasil, entre otros.

Al mismo tiempo empezaron a construirse otras formas de acercamiento entre las izquierdas de Europa y de América Latina. Los gobiernos antineoliberales de países como Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador cambiaron el modelo que se había vuelto hegemónico en Europa y en la misma América Latina. El antineoliberalismo forjó lazos entre las nuevas fuerzas políticas latinoamericanas y las nuevas fuerzas emergentes de Europa.

Syriza y Podemos aparecieron como las fuerzas que apuntaban hacia un camino similar al nuestro, con la clara conciencia de que las políticas de austeridad son la encarnación más clara del Neoliberalismo en Europa y que, como tal, deben ser el principal enemigo a batir. Inmediatamente, han reunido los apoyos de los principales líderes y fuerzas políticas de la nueva izquierda latinoamericana que, tal como pasa con la europeas, sufren los ataques de los medios tradicionales y de sus partidos y gobiernos.

Estas elecciones llegan a España de una forma muy distinta a las anteriores. Era triste ver cómo el bipartidismo, adherido a las políticas de austeridad, con protestas marginales, no defendía una expresión política nacional. De ahí la inmensa alegría de ver el nacimiento de Podemos y de su ascenso a nivel nacional, con propuestas alternativas.

Por su parte, los partidos tradicionales, asustados, se han dedicado a generar un continuo rechazo para imponer límites a la irrupción del partido de Pablo Iglesias. Un partido que transforma la indignación por la esperanza de todo aquel que no se conforma con la destrucción del Estado del bienestar en España y Europa, la penalización a los más frágiles y la subordinación a los EEUU.

Por todo ello, estas elecciones son tan distintas a las anteriores. Ya no se trata de elegir el mal menor. Ahora, con Podemos, sí hay una alternativa al bipartidismo, a la austeridad y a la Europa cerrada. Y así es cómo sentimos las elecciones españolas desde América Latina.

Emir Sader es profesor universitario brasilero, autor, entre otros, de ‘El nuevo topo – Los caminos de la izquierda latinoamericana’ (Ed. El Viejo Topo).