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Elusión fiscal a la navarra

Iñigo Muerza Erroz – ATTAC Navarra-Nafarroa

Hace escasamente tres semanas Joan Bosch presentó en el Parlamento de Navarra una propuesta de modificación del sistema de recaudación del impuesto de sociedades gravándolo en función del destino de las operaciones y no del origen, real o ficticio, del beneficio declarado con el objeto de reducir la elusión o el fraude fiscal vinculado a este impuesto.

Estos días tenemos en nuestra tierra un vergonzoso ejemplo de la impunidad con la que operan las grandes empresas.  El gobierno del cambio navarro acaba de aprobar un crédito extraordinario de 4 millones de euros para la adquisición de licencias de Microsoft con la finalidad de apañar la mala gestión que el ejecutivo anterior hizo de las mismas permitiendo que 6.000 de los 12.000 equipos de la administración navarra operasen con sistemas operativos pirateados. Las licencias legales están concedidas por Microsoft en régimen de alquiler a un desorbitado precio que dobla el del valor de compra de las mismas. Las condiciones del contrato con la administración navarra no permite, de momento, la migración a soluciones de software libre. Al parecer la compra de las nuevas licencias se facturará a Microsoft IRLANDA (Diario de Navarra 20/05/16), lo que permitiría a la multinacional acogerse a la baja fiscalidad de dicho país y eludir así pagar aquí los impuestos correspondientes por la venta, la instalación y el mantenimiento de su software en los equipos de la administración pública navarra.

Todo esto al mismo tiempo que la deuda pública navarra se sitúa en máximos históricos —multiplicándose por 5 desde 2007—; otro tanto lo hace la española —superando estos días el 100% del PIB—; y el fantasma de las navidades pasadas —José María Aznar— aparece reclamando más recortes en el gasto público.

Sería interesante poder contar con una auditoría ciudadana de la deuda pública navarra que estableciese cuánto de la misma pudiera estar ligada tanto a la pérdida de ingresos por la falta de solidaridad contributiva de determinadas empresas como a operaciones realizadas en unas condiciones anómalas que apuntasen a un lucro odioso o ilegitimo. Auditoría que por su carácter ciudadano quedaría al margen de instrumentalizaciones partidistas, al no estar directamente controlada por los grupos parlamentarios, y que tendría vocación de permanencia, al no depender del reparto de fuerzas de la cámara foral en cada periodo electoral.

Y también sería de gran interés que propuestas como la lanzada por Joan Bosch y apoyada por ATTAC Navarra-Nafarroa fuesen abriéndose camino tanto a niveles territoriales como estatales o supra-estatales conduciéndonos hacía modelos de recaudación que basándose en variables como las ventas, los costes de personal y/o el capital fijo dificultasen al máximo las habituales manipulaciones en la distribución y declaración de beneficios que tanto daño nos hacen a todas.