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Renta Básica y Educación

Francisco Cantero – ATTAC Madrid

Recientemente, se ha publicado por algún medio de información que en el pasado año 2015, el gasto público en colegios concertados alcanzó una cifra record y superó las cifras que tenía antes de la crisis y sin embargo, en ese mismo año, la enseñanza pública siguió sufriendo recortes y recibió 7.200 millones de euros menos que en el 2009, año en el que empezaron los recortes.

Por otro lado, también se ha publicado que España es el país con mayor tasa de abandono escolar en la UE y en el que el paro juvenil supera el 40%.

La crisis y las medidas de austeridad impuestas en nuestro país han provocado un empobrecimiento real de la población, debido principalmente a la falta de empleo de calidad que proporcione suficientes horas de trabajo remuneradas y unos ingresos adecuados, consolidándose cada día más este concepto nuevo que acuñó Guy Standing: El precariado.

Todo esto está relacionado entre sí, porque cada vez se escucha más a los jóvenes preguntarse para qué estudiar si no les va a garantizar poder hacer un proyecto de vida. Si a esto añadimos la tecnificación de infinidad de trabajos que hoy son realizados por personas, nos daremos cuenta que el trabajo remunerado que quede deberá ser distribuido y difícilmente, los ingresos obtenidos permitirán vivir, salvo los de muy alta cualificación.

Pero esto no debemos tomarlo como una amenaza,  sino por el contrario, debemos considerarlo como una oportunidad. Indiscutiblemente, el modelo neoliberal actual ha demostrado que no tiene la capacidad ni la intención de solucionar este problema, más al contrario, su única alternativa es seguir con su acumulación de riqueza de unos cuántos en detrimento de las clases menos favorecidas, que verán aumentar su pobreza.

Los que creemos que existe una alternativa a este modelo neoliberal, apostamos por una solución que está basada en dos conceptos inseparables: Libertad y Educación.

Libertad  como autogestión, sin ningún tipo de opresiones, en el sentido de asumir que se tiene la conciencia libre, es decir, que el individuo puede decidir si tiene todos los elementos para formular su decisión: Estar bien informado, estar bien formado, estar alimentado todos los días, tener un techo bajo el que vivir y una ropa que ponerse. Solo si tiene estas necesidades elementales satisfechas, podrá pensar que es libre.

Para garantizar estos elementos, necesitamos un nuevo contrato social que garantice los cuatro pilares básicos que deberían ser considerados como derechos inalienables:

  1. Sistema educativo público.
  2. Sistema sanitario público.
  3. Vivienda digna.
  4. Renta Básica Incondicional.

Algunos detractores, tanto de la derecha como de la izquierda, cuestionan alguno de estos derechos, pero su garantía pone suelo a la pobreza y a partir de ahí corresponsabiliza a los miembros de la sociedad a aportar sus capacidades intelectuales, artísticas o científicas.

Y de ahí viene el segundo concepto que es la Educación. Todo esto nos obliga adaptar los sistemas educativos en la línea de transmitir a los estudiantes, nuevos valores cívicos basados en las ideas de cooperación en vez de competitividad, conciencia ecológica en vez de consumo desenfrenado, utilización solidaria del mayor tiempo libre que dispondrán en el futuro, además de potenciar sus propias capacidades que necesitarán para ejercer su propio empoderamiento y su aportación al colectivo en esta nueva sociedad.