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La solidaridad no es condicional. Los estibadores defienden algo más que lo suyo: La dignidad de clase

Carlos Martínez – Consejo Científico de ATTAC España

La Europa UE, los EE.UU y todas las potencias del hemisferio norte, llevan años desmantelando todas las conquistas sociales y sindicales, así como el estado del bienestar allí donde existe. No es algo nuevo. Es un trabajo de décadas que iniciaron Margaret Thatcher y Ronald Reagan tras su “revolución” conservadora en los años noventa del siglo pasado.

El primer acto del triunfo del capitalismo neoliberal y financiero sobre la clase obrera consistió en eliminar a dos potentes sindicatos obreros: El de los mineros británicos y el de los controladores aéreos estadounidenses (ningún parecido con los españoles). Aviso a estibadores y en general, primero destruir el sindicato o los sindicatos y después imponer sus condiciones de privatizar los servicios y las minas y tras ello, despidos masivos. Eso fue lo que ocurrió. Tras eso toda la clase obrera occidental comienza su “edad de plomo” con reducciones salariales y desregulación laboral, recortes, congelaciones y abaratamiento del despido que iniciado entonces no solo continua, sino que se incrementa en beneficio patronal.

Pero como en el estado español queda todavía un foco de trabajo sindicalizado y con salarios decentes en los puertos, hay que destruirlo. Esto se puede disfrazar, disimular, desmentir, pero es así.

Hemos de advertirlo pues nos llegan informaciones alarmantes: el conflicto de las estibas, se puede apoyar por partidos institucionales y sindicatos de dos formas, ante la sentencia del TJUE sobre la gestión de las estibas. Bien condicionando el apoyo a finalmente acabar cumpliendo una norma europea UE, que puede romper los derechos laborales adquiridos por los estibadores, al dictado de las fuerzas neoliberales sean jurídicas o políticas que dominan en la Unión Europea, fórmula que acabará favoreciendo los intereses de las empresas multinacionales, el Banco J.P Morgan y las mafias rusas y chinas. O bien defendiendo un sector regulado, censado, público y con derechos laborales y salariales dignos y decentes. Al final solo caben esas dos posiciones y no hay camino intermedio, aun reconociendo que nos gustaría equivocarnos.

Si en el estado español el conjunto de sus gobiernos y fuerzas parlamentarias se distinguen por algo, es por su cobardía y constante cesión a intereses extranjeros y no lo digo por patriotismo, eso es una patraña interclasista, que igual sirve para un roto que para un descosido. Lo afirmo porqué los intereses que siempre salen perjudicados son los de las clases trabajadoras en favor de intereses capitalistas sin patria, aunque también con inversores españoles. Por cierto.

El decreto del PP debe ser tumbado sin más en el parlamento, porque es injusto y privatiza los puertos. Favoreciendo no a la “economía española” sino a un puñado de multinacionales. Los partidos institucionales deben apoyar a los estibadores, porque entre otras muchas cosas lo que está haciendo daño a los puertos españoles es el decreto del PP y no los estibadores. Por cierto, el transporte marítimo, no es un sector en crisis ni mucho menos.

Los trabajadores el principal instrumento de defensa que tenemos es la huelga. Gracias a las huelgas se han conseguido los grandes avances que tuvimos desde el siglo XIX, por eso es un instrumento con el que no hay que jugar. Si hay huelga de estibadores contará con nuestro incondicional apoyo y será el Gobierno el único responsable por querer echar al paro a más de 6.500 familias en este caso.

Miembro de ATTAC, Co-primer secretario de Alternativa Socialista y de SOCIALISTAS
Ex trabajador portuario